Me gustaba reír me de los que querían ciegamente,pero mientras mas trato de negar la tormenta de emociones,me doy cuenta de lo valiente que hay que ser para querer.Y la valentía nunca fue una de mis virtudes.Ya no me rió.Las cosas dejan de ser graciosas cuando le pasan a uno.Lo que me cuesta asumirte,ser incapaz de superarte,ser incapaz de reconoce que no hubo ni va a haber superación porque todo esto todavía me debe cosas.Es una deuda.Pero falta;falta bastante para tener todo. Todavía queda esperar.
Pongámonos cómodos.
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